Entre los grandes festivales de música del mundo, pocos son tan icónicos como el de Glastonbury, celebrado en Inglaterra desde 1970. Año tras año, más de cien mil personas de todas las edades disfrutan de un evento que en años recientes ha estado encabezado por artistas como Adele, Coldplay, Metallica o los Rolling Stones.
Sin embargo, Glastonbury es mucho más que música y arte. Michael Eavis, fundador y organizador del festival, ha abierto las puertas para que éste sea también un espacio de activismo político. Este año, en la famosa tarima en forma de pirámide en la que más tarde se presentarían Katy Perry y los Foo Fighters, el líder laborista Jeremy Corbyn dio un discurso invitando a unirse y trabajar por “una mejor sociedad en la que todos importen”. Llamativamente, Corbyn también aprovechó su discurso para recordar a un célebre historiador marxista:
“Ya han escuchado el mensaje de E.P. Thompson, ¡y qué maravilloso hombre que él era!”1
En efecto, Thompson fue un invitado regular al festival en los años ochenta. En la edición de 1984, tras la presentación de The Smiths y antes de la aparición de Elvis Costello, Thompson se dirigió al público desde la tarima principal. Refiriéndose a la multitud, el historiador acudió a una comparación histórica:
“Recuerdo una de las primeras veces que vine, la imagen que vino a mi mente fue que esto era como uno de aquellos grandes ejércitos medievales en las cruzadas, con sus carpas regadas por los campos…”. 2
Luego, Thompson se refirió al preocupante estado del Reino Unido bajo el régimen de Margaret Thatcher y celebró el festival como un espacio para la expresión artística de una nación que no se sentía representada por las políticas del gobierno:
“Esta no solo ha sido una nación de hacedores de dinero e imperialistas. Ha sido una nación de inventores, de escritores, de músicos, una nación alternativa. Y es esta nación alternativa la que puedo ver frente a mí ahora”.3
La historia de Thompson en Glastonbury resulta útil para reflexionar sobre el rol del intelectual y su relación con el público general. Resulta inquietante imaginar un historiador hoy en día en un evento de tal magnitud. Asimismo, la participación del autor de La formación histórica de la clase obrera en Inglaterra en el festival británico puede permitirnos comprender de forma más integral a uno de los historiadores más célebres del siglo XX. Según señala Scott Hamilton, si bien E.P. Thompson es ampliamente leído y referenciado por científicos sociales, su rol como pensador y activista político es mucho menos recordado en la actualidad. Si no queremos divorciar la obra del contexto, resulta esencial no desligar al académico del activista.
- “You heard the message from E.P. Thompson earlier on, and what a wonderful man he was”. ↩
- “I remember one of the first times I came, the image that came to my mind was this was like one of the huge medieval armies in the cruzades with its tents all over the fields.” ↩
- “This has not only been a nation of money-makers and imperialists, its been a nation of inventors, of writers, (…) of musicians, an alternative nation and it is this alternative nation that i can see in front of me now…”. ↩